viernes, 22 de enero de 2010

Revista Cultura LIJ: El viaje de Chihiro


Sección: En escena
Título: El viaje de Chihiro
Autora: Fernanda Arguello
CV: Periodista, especializada en cultura y literatura infantil.
Páginas: 14 y 15


“Es tu nueva escuela”, dice el padre. “No tiene mal aspecto”, dice la madre. Chihiro se incorpora, mira por la ventanilla del auto y saca la lengua. Hasta ahí, es la historia de una niña molesta por la mudanza que la aleja de sus amigos. Pero algo más la alejará de la realidad cuando su padre decida tomar un atajo y atravesar el túnel a través del cual llegarán a una realidad diferente en la que quedaran atrapados. Aiko y Yugo, sus padres serán convertidos en dos enormes cerdos, Chihiro deberá realizar tareas para los dioses esperando ganar tiempo y salvar a sus padres.

A partir de ese momento cabe una sola palabra para la película: surrealismo. Su creador y director, Hayao Miyazaki, -¿tal vez la mención de Heidi sea más efectiva para su reconocimiento?- se muestra al nivel de los máximos exponentes de esa corriente.

Entendido el surrealismo –burdamente- como la liberación del inconciente y lo irracional, sea permitida, en este espacio, la búsqueda de paralelismos entre expresiones artísticas de diferentes disciplinas y la película, sólo para seguir la línea.

SUBTITULO: Cruces con el surrealismo

Poesía
El poema Habrá de André Bretón serviría para contar el comienzo: “De dónde llega ese ruido de fuente / Sin embargo la llave no se quedó en la puerta / Qué hacer para desplazar estas enormes piedras / Ese día temblaré por perder un rastro / En uno de los enredados barrios de Lyon”. El llamado del otro mundo, la curiosidad de los padres de Chihiro y la nueva e imposible realidad a la que ella se enfrenta en tanto escapa de fantasmas, sin saber dónde está el borde de la locura.

Plástica
Salvador Dalí, expulsado del movimiento surrealista prácticamente por extremista, deja adivinar la existencia de una mujer entre frutas, perros y sogas. Aparición de una cara bien podría ser el símbolo de los rostros y no rostros con los que se cruza Chihiro en busca de una opción a la desaparición, a la inexistencia del ser humano.

Cine
Instantáneamente Buñuel, íntimo de Dalí, y su Perro andaluz aparecen para graficar las barbaridades y horrores que rodean a la niña en ese mundo misántropo. Todos, desde el picaporte de una puerta hasta Yubaba, reina, bruja y señora, se encargan de recordarle lo poco que vale. La máxima expresión es el momento en que pierde su nombre.

LIJ
Nunca ausente, Alicia es referente en esta película. El túnel, el otro mundo, los problemas, el guía. Con ojos rasgados, con zapatos amarillos pero con brujas aquí y allá.

Literatura
La revelación de un pasado trae un título: Viaje a una semilla, de Alejo Carpentier. Chihiro vuelve al momento en que, siendo niña, conoce a su salvador: Haku.

Música
El final, sólo por impulso cenestésico, queda en manos de Lidia Borda y esa maravillosa canción “La casa del asiento de la tortuga”, donde el nacer se confunde con el renacer del nuevo niño, de la nueva Chihiro que recupera su nombre, su identidad.

SUBTITULO: De regreso

Luego de haber sido premiada y destacada en festivales de cine de Berlín, Japón, Los Angeles y Hong Kong, hoy podemos disfrutar esta película en DVD. La animación propone un cruce entre la plástica, el animé, el cine de Kurosawa y como repasamos en este artículo al propio surrealismo occidental.

Túnel otra vez. “Nos vamos”, dice el padre. “Date prisa”, grita la madre. Chihiro corre hacia la vieja realidad, enriquecida por el viaje.